Durante el atraco a una farmacia, Nikita es testigo de la salvaje masacre de sus compañeros a manos de la policía. Aturdida, mata a un policía. Condenada a muerte por su crimen, tiene la oportunidad de redimirse firmando un pacto sangriento e implacable con el Estado: convertirse en una asesina profesional a sueldo del Gobierno.