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Los inhaladores son dispositivos que se usan para administrar medicamentos en forma de aerosol directamente a los pulmones. Los medicamentos se introducen en el inhalador en forma de líquido o polvo seco. Cuando el inhalador se inhala, los medicamentos se presionan y se inhalan a través del dispositivo. Esto permite que los medicamentos lleguen directamente a los pulmones, donde pueden actuar para tratar enfermedades y condiciones respiratorias. Los inhaladores son ampliamente utilizados para tratar el asma, la bronquitis y otras enfermedades respiratorias.
Hay 26 productos.
1. Boca de alimentación: La boca de alimentación es una parte integral de un inhalador. Esta es la abertura a través de la cual el medicamento entra en el dispositivo. Algunos inhaladores tienen una boca de alimentación más grande para facilitar el uso con una botella de medicamento. 2. Botella de medicamento: La botella de medicamento contiene el medicamento a inhalar. Esto se conecta a la boca de alimentación del inhalador para facilitar la administración del medicamento. 3. Tubo de aire: El tubo de aire se conecta a la boca de alimentación del inhalador y mantiene el flujo de aire constante durante la inhalación. Esto permite que el medicamento se distribuya uniformemente en los pulmones. 4. Boquilla: La boquilla se conecta al extremo del inhalador para permitir que el usuario coloque la boca sobre el dispositivo para inhalar el medicamento. Muchos inhaladores tienen boquillas desechables para facilitar la limpieza y la higiene. 5. Piezas móviles: Las piezas móviles como las ruedas o los botones se usan para controlar la cantidad de medicamento que se libera al inhalar. Estos dispositivos permiten a los usuarios controlar la cantidad de medicamento que se libera en cada inhalación.
1. Facilidad de uso: los inhaladores son fáciles de usar y no requieren preparación previa. 2. Eficacia: el tratamiento farmacológico inhalado proporciona una rápida y eficaz distribución del medicamento en los pulmones. 3. Seguridad: los inhaladores son seguros de usar, no peligrosos y no tienen efectos secundarios a largo plazo. 4. Menor dosificación: los inhaladores permiten una dosificación precisa de los medicamentos, lo que reduce el riesgo de toxicidad. 5. Mayor comodidad: los inhaladores son pequeños, portátiles y fáciles de llevar. 6. Mayor libertad: los inhaladores permiten a los pacientes que padecen enfermedades respiratorias crónicas, como el asma, realizar su vida diaria sin estar limitados por la medicación.
Algunos inhaladores pueden ser más adecuados para personas con enfermedades pulmonares crónicas, como el asma, mientras que otros pueden ser mejores para personas con enfermedades pulmonares agudas. Por lo tanto, lo mejor es consultar a un médico para determinar qué inhalador es el más adecuado para su afección.