Pocas películas se pueden comparar con esta superproducción de velocidad y carnicería a toda máquina, que te lanza a un paisaje irreal donde el futuro post-nuclear se mezcla con el pasado mitológico. Bajo la dirección de George Miller, Mel Gibson regresa como el heroico y solitario Max, que conduce por las carreteras del interior de Australia en una búsqueda interminable de gasolina. Frente a él y los otros desaliñados defensores del campamento de una refinería están los estrambóticos guerreros a las órdenes de Humungus. La acción en la pantalla no puede ser mejor.