Para los Andersson es una tradición pasar las vacaciones de verano en una caravana no muy lejos de su casa. Al padre, Rudolph, le satisface esta tradición (barata y simple), pero sabe muy bien que su esposas y sus tres hijos no la soportan. Cuando su jefe le propone asistir a un congreso en Grecia, en verano, acompañado de los suyos y con todos los gastos pagados, la familia recibe encantada el plan.