Frankie Machine (Frank Sinatra), un experto crupier y exmorfinómano, sale de prisión tras cumplir su condena. Regresa a su casa en Chicago junto a su mujer Zosch (Eleanor Parker) con el firme propósito de dejar atrás su pasado criminal y rehabilitarse de sus adicciones a las drogas y al juego para seguir su antiguo sueño de convertirse en bateria de una banda de jazz. Pero no le resultará fácil, ya que le están esperando sus viejas e indeseables amistades, que por todos los medios tratarán de hacerle caer en sus antiguos hábitos. La desesperada realidad a la que se ve abocado le situará en un callejón sin salida.