Irlanda, 1209. En el borde del mundo, un grupo de monjes inicia su peregrinaje para llevar una reliquia sagrada al Vaticano a través de una tierra desolada tanto por siglos de guerra tribal como por la creciente amenaza de los invasores normandos. Tras descubrir la verdadera y peligrosa naturaleza de la reliquia, los peregrinos se enfrentan al hecho de que la misma fe que les une puede estar conduciéndoles a la destrucción.