En el verano de 1694, Mr. Neville, un dibujante prometedor y ambicioso, visita las propiedades del hacendado Mr. Herbert de Compton Anstey Witshire. Venciendo los reparos iniciales, ya que su capacidad para el halago sólo la supera su jactanciosa pretensión de dibujar la verdad, el señor Neville recibe un encargo, pero no del hacendado sino de su mujer. Se firma un contrato y a cambio de doce dibujos de la casa con el foso y los cuidados jardines, Mr. Neville convence a Mrs. Herbert para que le de vía libre para disfrutar de su hospitalidad más íntima.