Poco antes de estallar la Guerra Civil española (1936-1939),
Fernando decide desertar y se refugia en una casa de campo,
donde es bien acogido por Manolo, un pintor excéntrico que vive retirado debido a sus ideas políticas. El chico mantiene
sucesivamente relaciones con las cuatro hijas de su protector
(Rocío, Violeta, Clara y Luz), sin saber muy bien de cuál de ellas está enamorado.