Eres un empleado recientemente contratado en el Ministerio de un Estado totalitario y, si bien estás preparado para tener una distinguida trayectoria y posiblemente ser Primer Ministro algún día, el camino hasta la cima no será fácil. Entonces, ¿cuán alto ascenderás en la pirámide profesional?
¡Todos los ciudadanos de nuestro gran Estado sueñan con trabajar en el Ministerio!
Tú tienes suerte, pasante, ¡tu sueño se ha vuelto realidad!
Y aunque estás en lo más bajo de la pirámide profesional, ¡ya has logrado mucho más de lo que jamás harán los demás ciudadanos!
¿Ya has decidido en qué te convertirás?
¿Serás un empleado diligente y responsable, condecorado por el mismísimo Sabio Líder en persona? ¿O te convertirás en un arribista capaz de destruir a cualquiera que se interponga entre el sillón de Primer Ministro y tú? O puede que solo seas un chivato. Si es así, ¿quién te ha enviado? ¿Y por qué?
Sea como sea, ¡ahora eres parte del Ministerio!
A partir de este momento, ¡nadie más allá de estos muros tiene dominio sobre tu persona! ¡Eres libre de forjar tu propio futuro!
Así que, ¿en qué te convertirás?