En una reunión con un banquero, un pequeño empresario que conduce un taxi para llegar a fin de mes descubre que el soborno que tendrá que pagar para poder conseguir un crédito ha doblado su cantidad. Desesperado por la situación, pega un tiro al banquero y después se quita la vida. El suceso provoca un debate nacional en las emisoras de radio sobre cómo el pesimismo se ha apoderado de la sociedad búlgara. Mientras tanto, cinco taxistas y sus pasajeros se desplazan de noche en busca de nuevos destinos